martes, 19 de junio de 2012

Parque Fundidora


Parque Fundidora.

El Parque Fundidora, es un lugar extraordinario, en el centro de la Ciudad de Monterrey. Es un espacio ecológico y cultural, disfrutado por muchas personas y que nació de la extinción de una fábrica.

La Compañía Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, existió durante 60 años. Ahí fabricaban piezas de fierro y acero, no planos, como rieles, alambrón y varilla corrugada. Muchos edificios y construcciones modernas en México, tuvieron el origen de sus materiales en la Fundidora. Miles de empleados circulaban por sus gigantescos y ardientes hornos de fundición. Hacia los años 70, la adversidad llegó. Problemas sindicales y deudas económicas llevaron a la quiebra a esta fábrica en 1986.

Esta decadencia dejó en el abandonó la gran extensión del parque industrial. Sus estructuras y materiales, quedaron esparcidas por toda el área. A finales de los años 80, comenzó el proyecto de hacer un parque ecológico, en este sitio. Se restauraron los edificios y se construyó el centro de convenciones CINTERMEX. En el 2001, se abrió al público con el concepto de museo de sitio de arqueología industrial. La antigua escuela “Adolfo Prieto”, para los hijos de los operadores de la Fundidora, fue alguna vez el Centro de Educación Artística “Alfonso Reyes” del INBA.

Hubo carreras de autos de la Serie CART, no recuerdo cuantas. Se corrían en el circuito que hoy es la pista de atletismo y bicicletas. Existían ya, el Centro de las Artes y la Cineteca-Fototeca, que por razones desconocidas, se cerraban durante la carrera. Entre 2003 y 2007, se desarrolló el proyecto urbano de unir el parque a la Macroplaza, y llegar hasta ahí, en bote, sobre un río artificial, llamado Paseo Santa Lucía.

Hace poco, nosotros caminamos por la orilla del río y llegamos al Barrio Antiguo. Unos metros adelante están los murales en mosaico de Gerardo Cantú y más adelante, La Lagartera, un muelle escultórico de Francisco Toledo.  Ahí se puede desembarcar y acceder a Museo de Historia Mexicana y al Museo del Noreste o seguir caminando hasta el centro de la ciudad.

Hablar del Parque Fundidora y sus atracciones, será motivo de varias reseñas. En muchas ocasiones, hemos disfrutado sus exposiciones y sus fuentes. Hemos visitado el Museo Acero y deambulado por el Horno 3. En un paseo reciente, nos acompañaron nuestros primos y a ellos les encantan los paseos en exteriores. Comimos en el restaurante Lingote y luego nos fuimos a visitar el Parque de los Loros. Hay una tirolesa y nos sorprendimos cuando Iker de 4 años se deslizó a través de ella, con gran seguridad. Todos nos lanzamos felices, porque han creado una reserva natural sobre una presa, que se aprecia muy bien en el recorrido por la tirolesa.

Caminamos por los jardines de la Fundidora y los niños pudieron trepar por esculturas monumentales, juegos y antiguas piezas de maquinaria para la fundición. Hay tanto que hacer en Fundidora, que cada fin de semana se puede planear una actividad diferente.

Se agradece que existan lugares así. Hay una sensación de libertad y seguridad, que nace de la complicidad de las familias que parecen despreocupadas, mientras los niños corren y se derrumban en un prado verde, bajo el cielo azul y el calorón del verano.

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